Las mascotas son como seres humanos y más específicamente como niños, son libres y forman parte de la familia también. Muchas personas creen que los animales no piensan, pero muy al contrario: son seres que sienten, aman, entregan su confianza y son muy noble y protectores.
Al formar parte de una familia, ellos ofrecen un amor y un cariño incondicional que lo hacen un miembro más de la familia, al que hay que querer y respetar sin hacerle ningún daño.
Los seres humanos son los que llegan a entregar sus corazones a un alma limpia y pura como son las mascotas. Los niños, son los que llegan a encariñarse más con sus mascotas, ya que vienen a formar parte de sus vidas como amigos fieles y más si crecen desde pequeños los dos, tanto los niños como las mascotas.
Generalmente las mascotas suelen ser un perro o un gato, pero también se pueden encontrar mascotas de diferentes especies, como lagartos, serpientes, aves, arácnidos, entre muchas especies que se pueden nombrar.
Un miembro más de la familia. La mascota.
Los principales que son el perro y el gato, son los que generalmente podemos llevar a una escapada de cualquier índole, siempre recordando las precauciones que se deben tener:
- Los podemos llevar a la playa, pero recordando que los gatos no les gusta el agua y hay que cuidarlos del sol; al contrario de los perros, que disfrutan del agua y el sol y corren por la arena.
- En las montañas pueden ir delante de las personas enseñando el camino, una buena caminata les sirve como paseo.
- Llevarlos a sitios donde se acepten mascotas, siempre y cuando se porten bien.
- Un paseo por el vecindario, puede hacer que estiren las patas y no se vuelvan sedentarios, pero cuidado que ellos se acostumbran rápido, por lo que hay que sacarlos siempre.
- A sitios fríos, siempre y cuando se les lleve un abrigo para cubrirlos.
Debemos tener en cuenta, que si se llevan a lugares como la playa y las montañas, hay que bañarlos de inmediato, para que su pelaje se vea brillante y bien cuidado y evitar que la arena y la tierra se les pegue en alguna parte de su cuerpo.
Son como niños pequeños a los que siempre hay que alimentar, bañar y cuidar como un miembro más de la familia y darles toda la confianza y el amor como uno más dentro del núcleo familiar, a quien hay que llevar siempre a todo lugar que salgamos de vacaciones.